sábado, 13 de diciembre de 2008

Las ofensas de lavan con Tequila.

Ayer fui a la fiesta de cumpleaños y de semi bienvenida de un repatriado, a escuchar conversaciones de bebedores experimentados, cosas que yo no conocería de otra forma, sobre todo considerando que casi no bebo, ja...

Don Santos, Don Santos es la historia que más se me quedo grabada, el viejo cantinero que siempre estaba dispuesto a darles crédito a sus fieles parroquianos, a dejarlos consumir en lugar de pagar sus deudas pendientes con tal de que no bebieran en otra cantina.

¿Por qué se me quedó? Mmm, supongo que me impresionaron sus habilidades de hombre de negocios, eso que otras personas gustarían de llamar sabiduría de cantina.

Cuando un borrachín llegaba a liquidar sus cuentas después de la farra con Don Santos, él le pedía que hiciera su cuenta y le cobraba exactamente lo que él decía que se había bebido.

Uno de los bebedores que nos acompañaban ayer queriendo desentrañar el misterio de tan rara costumbre, un día le preguntó al cantinero abstemio qué pasaría si se hiciera mal la cuenta.

El cantinero sonriente le respondió que le cobraría exactamente lo que él pusiera y que no volvería a darle crédito nunca más.

He escuchado montones de historias cursis de empresarios que gustan de poner a prueba la honradez de los demás, para ser sinceros, la única que me ha gustado es la de cantinero cuyo mérito estás más en ser diestro en el lidiar con una turbia memoria de ebrio que en probar la deshonestidad, ja...

Ahora estoy viendo el calendario de bares y cantinas de Mocholandia que cayó en mis manitas en esa misma reunión, habrá que conocer alguna, jaja...

4 comentarios:

Black Ballad dijo...

Mmmm...

Todas las cuestiones del alcohol son un enigma para mí...

Sophie Kowalski dijo...

Porque tú eres un ñoño semi gay, ja.

Irazu dijo...

a mi me llevaron a un bar de mocholandia el otro día... me aburrí cabrón porque pasaban pura música de los 70 chale

Sophie Kowalski dijo...

ahh, mejor te hubieras venido a aburrir a mi casa, sniff