Me molesta un poco la gente sin amor propio, la gente con miedo patológico de destruir.
La gente que encuentra veinte millones de buenas excusas para auto sabotearse, para no conseguir lo que quiere y lo peor: para justificarse y pasarle la responsabilidad a un tercero.
Sin importar que el tercero sea el Universo, Dios o un destino fatal.
La gente que no arriesga, que ve la vida pasar imaginando todo lo que podría ser, la gente que le apuesta a lo efímero, a lo fácil, a lo simple, a lo cómodo.
Gente carente de disciplina, sin amor, sin pasión, con miedo de entregarse en cuerpo y alma a cualquier cosa, gente que vive eternamente frustrada de no lograr nada.
Maldita sea, tanto pusilánime me da dolor de cabeza.
Nota:
Hay cosas que están destinadas a no ser y no me acongojo al respecto.
Enviado desde mi iPod
No hay comentarios:
Publicar un comentario