Nos desgarramos, nos mordemos, nos asesinamos.
No entiendo nada y me molesta no entender, me frustra, me agota.
No se si son tus celos, mis ganas de que sean tus celos o si auténticamente te preocupo, como si yo fuera sangre de tu sangre.
Para ser honestos, estoy tan rota que no me siento capaz de volver a amar a alguien con esa violencia que siempre me invadió cada poro.
Consuélate en mi cansancio, en mi náusea y mi enfermedad.
Duerme tranquilo porque no habrá alguien más... ni peor, ni mejor y seré feliz, como ambos lo queremos.
Enviado desde mi iPod
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